Día segundo, madrugada.
Las palabras no pueden expresar lo mucho que odio a Francia. A
Inglaterra también en menor medida, pero nunca tanto como esos
franchutes... Genuinamente, los peores males contra el
cristianismo vienen ya sea de Francia, Inglaterra, o de Alemania.
Y curiosamente, hay tres naciones que están diametralmente opuestas a éstas. En orden son, España, Irlanda, y Polonia. Los tres puntos más fuertes del catolicismo históricamente hablando. Aunque ahora sean una sombra de su pasado, por Dios les digo que serán éstas tres naciones los tres ángeles del Apocalipsis que anunciaran la Verdad a las gentes.
Me encantaría de alguna forma juntar a los que saben la verdad, si pudiera uno con ellos, igual y no me sentiría tan solo, hay veces donde pienso en lo que es estar solo, pero no es hora de entristecerse.
No tengo amigos realmente, no tengo yo nada que hacer. No tengo yo
nada que pueda ser motivación para levantarme. Me paro a rezar y luego
de regreso a dormir, para eso no más sirvo, y aún así rezo distraído.
Realmente no sé que hacer sin un amo que esté encima de uno diciendo qué
hacer y cómo. Una vida reglada es una vida feliz, una vida como siervo
de Cristo me es la promesa más simple de entender, la más sencilla de
operar. Me es fácil llevar las cosas así, que Dios me dio para entender.
Y no las que son más allá de mi entendimiento.
Ojala y pudiera expandir la Verdad. Pero quién la merece, la horrorosa verdad del mundo, quién merece saberlo. No sé yo quién.
Pensando
en qué hacer pues, creo que escribir es de las pocas actividades que me
quedan y no me quitan méritos. Pueda servir o no lo que yo escriba,
pues eso no me importa, simplemente quiero yo darle a Dios mi tiempo en
su totalidad. Ya cuando pueda estar en un monasterio, pues será una vida
fácil creo yo. Ruego a Dios que así sea.
Solo tengo que trabajar un poco hoy, y podré ir a descansar mucho después.
Ya lo dijo san Benito, ora et labora.
Y
les digo, que pensé, que podría llegar el día en que Dios me ponga en
una posición de autoridad, cosa que detesto. Pues si estuviera
preocupado de las cosas de otros me costará más preocuparme de las
propias, que ya tengo dificultad para dejar el ocio, no me imagino
estando con más responsabilidades. No, no realmente.
Pero aún así, es aplicable lo que dice la sagrada escritura:
Sé, Señor, que no del hombre
su camino, ni varón irá y dirigirá su andanza (Jer. 10:23). Para el
hombre, propósitos del corazón; y Dios endereza sus pasos (Prov. 16:9).
Igual y Dios tiene un plan
así para mi. No me puedo quejar, no me puedo abstraer si es que Dios
quiere que lo haga, pero, ¿cómo voy a saber que tal cosa es la voluntad
de Dios? Él habla con gente más espiritual y santa, así que creo que no
le va a importar que me recluya en un monasterio y no suba a algún
cargo, si de verdad me necesitara Él lo haría saber de forma clara y
obvia, y no sólo a mi persona si no a gentes varias para que tenga
testigos de la verdad.
Así que, desde el 2 de febrero hasta el 22 prometí no comer carne ni pan fresco ni nada hecho de la uva. Tres semanas, haciendo lo mismo que el profeta Daniel hizo para recibir una respuesta de Dios. Puede que entonces tenga más claridad mental. Como fuese, esperaré en Dios.
Realmente sólo quiero descansar, lejos del ruido, cerca de Dios.