Estuve pensando en qué decir. Cuando esté allá, en Argentina. Yo sólo quiero
expandir el nombre de María y Jesús por todo el globo. Que en las
noticias hablen del repentino auge de la fe tradicional católica. De la
victoria sobre el mundo y sus distracciones. Que sea el tema del
momento, que puedas parar a alguien en la calle y esté lleno de
opiniones al respecto y esté por estallar de querer hablar de nos. Que
invada nuestra misión todo ámbito de la vida cotidiana de modo que todo
el mundo sea dividido entre los que están con nosotros y el resto.
Recuerdo
en 2019 había salido una película que fue muy popular, y así era,
recuerdo intentar arruinar el final a alguien que hablaba de ella en el
trasporte público, pero ya se lo sabía. Porque el escándalo es más
propagandístico que el buen comportamiento. Por eso creo que es correcto
ser ariscos y bravos al expandir la fe, pues ya es el final, de verdad
¿no con más fuerza que en cualquier otro momento de la historia tenemos
ahora que empujar la fe a todos? Pues el final está pronto. Bueno, será lo que Dios quiera.
A mi
parecer los demás sedevacantistas están contentos con el nivel de
difusión que tienen. Pero yo no, yo no estaré contento hasta que cada
ser humano en la faz del planeta entero conozca el nombre del que lo
creó. No me voy a sentar a descansar, no hasta que no esté terminado mi
trabajo.
Quiero construir el Arca que salvará a los jóvenes del modernismo. Si Dios me deja, claro.